PRIMER ENCUENTRO NACIONAL DE CVX JÓVENES CONCEPCIÓN '06

¿QUÉ BIEN PUEDO YO HACER AQUÍ?

Después del Segundo Encuentro, y 

a la espera de su documento final, ponemos a disposición los frutos del Primero. 

"Nos hemos encontrado y reconocido como Comunidad que, aunque diversa en procesos de crecimiento y apertura, comparte los mismos pilares: comunidad, oración y misión. A través de ellos experimentamos nuestra pertenencia a un Cuerpo mayor. Reconocemos que nuestra opción de estar en el mundo de hoy es en Comunidad, vivencia que nos desafia día a día. Ser hoy Comunidad no es tarea fácil.

Nuestras opciones apostólicas son principalmente el trabajo con los más pobres de nuestra sociedad. Surge la idea de compartir más la vida de las parroquias, poniéndonos al servicio de la iglesia local. Si bien se han dado pasos, reconocemos que aún son insuficientes.

Mirando nuestra realidad de jóvenes, nos sentimos llamados a seguir compartiendo la suerte de los más débiles, acortando las brechas de desigualdad que sigue dañando a nuestro país; nos urge "querer" al otro, más que "querer ayudar". Terminar con la pobreza y construir el Reino de justicia y solidaridad es nuestra responsabilidad hoy.

Necesitamos crecer en sentirnos Iglesia; respetando y amando la diversidad así como Dios ama a su Iglesia. Si bien es una de nuestras debilidades, al ser más fácil estar con quien la critican, que con los que la aman, es al mismo tiempo uno de los grandes llamados que hemos recibido en estos días.

Es tiempo de atrevernos a ser líderes y constructores de una sociedad más justa, hemos recibido valiosas herramientas que tenemos que poner al servicio de esta tarea, pero falta involucrarnos más con la realidad de nuestro país más allá de lo que experimentamos cotidianamente, interesarnos por los grandes temas que hoy se discuten, por la realidad, social y política, es un fuerte llamado a estar más presentes en la vida de nuestras universidades y facultades, en los centros de alumnos, etc. El compromiso social debe ser amplio, ser líderes hoy forma parte esencial de este compromiso.

Estamos seguros que la responsabilidad y el compromiso que todo esto exige sólo tiene su fuente en el encuentro con el Dios Vivo, como la respuesta generosa a su amor y gracia que recibimos a través de los EE.EE. y la oración personal y comunitaria. Por esto es esencial poner de nuestra parte la disponibilidad y creativisad necesaria para que Él pueda hablar y mover nuestros deseos a amarlo y servirlo."